lunes, 26 de agosto de 2019

                             ANEMIA 

Qué es

La anemia es una afección por la cual la cifra de hemoglobina está disminuida en los glóbulos rojos. Estos glóbulos son los que se encargan de suministrar el oxígeno a los tejidos. Esta hemoglobina es la proteína rica en hierro que le da a la sangre el color rojo y al mismo tiempo permite a los glóbulos rojos transportar el oxígeno de los pulmones al resto del cuerpo.

Causas

Existen tres causas principales de la anemia:
  • Pérdida de sangre (hemorragia).
  • Falta de producción de glóbulos rojos.
  • Mayor velocidad de destrucción de los glóbulos rojos.
Estas causas pueden ser consecuencia de varias enfermedades, problemas de salud o factores de otro tipo: en el caso de la pérdida de sangre, puede estar causada también por la disminución de las plaquetas o de algún factor de coagulación; la falta de producción de glóbulos rojos puede venir motivada por una enfermedad crónica o renal y, en el caso de la destrucción rápida de estos glóbulos, la causa puede ser, entre otras, una esferocitosis hereditaria, enfermedad en la cual los glóbulos rojos son demasiado frágiles debido a un problema genético en una proteína de su estructura.
Aunque los glóbulos rojos se producen en varias partes del cuerpo, la mayor parte de su producción la lleva a cabo la medula ósea, tejido blanco que se encuentra en el centro de algunos huesos y que genera las células sanguíneas.
Los glóbulos rojos que se consideran sanos duran entre 90 y 120 días, periodo después del cual algunas partes del cuerpo se encargan de eliminar las células sanguíneas. La eritropoyetina es la hormona producida en los riñones que se encarga de dar la señal a la medula ósea para que produzca más glóbulos rojos.
El cuerpo necesita vitaminas, minerales y nutrientes como el hierro, la vitamina B12 o el ácido fólico para producir glóbulos rojos. La falta de ellos viene motivada por cambios en el estómago o los intestinos en el  proceso de absorción de los nutrientes (celiaquía, por ejemplo), alimentación insuficiente, pérdida lenta de sangre o una cirugía en la que se extirpe parte del estómago o los intestinos.
Las posibles causas de anemia también pueden ser:
  • Determinados medicamentos: En algunos casos, un medicamento puede hacer que el sistema inmunitario crea erróneamente que los glóbulos rojos son agentes extraños y peligrosos. El cuerpo responde creando anticuerpos para atacar a sus propios glóbulos rojos. Dichos anticuerpos se adhieren a estos glóbulos rojos y hacen que se destruyan demasiado temprano. Los fármacos que pueden causar anemia son las cefalosporinas (un tipo de antibióticos), la penicilina y sus derivados, algunos antiinflamatorios no esteroideos o la quinidina.
     
  • Desaparición de los glóbulos rojos antes de lo habitual, consecuencia que se suele producir por problemas en el sistema inmunitario.
     
  • Enfermedades crónicas: como cáncer, colitis ulcerosa o determinadas artritis.
     
  • La herencia también es un factor importante en la anemia, sobre todo para tipos como la talasemia (cuando el cuerpo produce una cantidad anormal de hemoglobina) o anemia drepanocítica (cuando los glóbulos presentan forma semicircular en vez de disco).
  • Síntomas

    Síntomas comunes de la anemia:
    • Fatiga.
    • Falta de energía.
    • Debilidad.
    • Dificultad al respirar.
    • Mareos.
    • Palpitaciones.
    • Palidez.
    Síntomas de la anemia severa:
    Signos que pueden indicar que el paciente tiene anemia:
    • Cambios en el color de la piel.
    • Presión arterial baja.
    • Respiración acelerada.
    • Piel fría y pálida.
    • Si la anemia se debe a una disminución de los glóbulos rojos: ictericia (hace que la piel y las partes blancas se pongan amarillas).
    • Soplo cardiaco.
    • Prevención

      Para prevenir episodios de ciertos tipos de anemia, especialmente los que se deben a la carencia de hierro y vitaminas, se pueden llevar a cabo cambios en la alimentación o recurrir a los suplementos alimenticios.

      Tipos

      • Anemia por deficiencia de B12: causada por una bajada del número de glóbulos rojos debido a una falta de esta vitamina.
         
      • Anemia por deficiencia de folato: provocada por una disminución en la cantidad de glóbulos rojos debido a una falta de folato, tipo de vitamina B también denominada ácido fólico.
         
      • Anemia ferropénica: ocurre cuando el cuerpo no tiene suficiente cantidad hierro, mineral que ayuda a producir glóbulos rojos.
         
      • Anemia por enfermedad crónica: propia de aquellos pacientes que presentan una enfermedad prolongada catalogada como crónica.
         
      • Anemia hemolítica: aquella en la que los glóbulos rojos se destruyen antes de lo previsto, es decir 120 días.
         
      • Anemia aplásica idiopática: afección en la cual la médula ósea no produce suficientes células sanguíneas.
         
      • Anemia megaloblástica: los glóbulos rojos son más grandes de lo normal.
         
      • Anemia perniciosa: disminución en los glóbulos rojos que ocurre cuando el intestino no puede absorber apropiadamente la vitamina B12.
         
      • Anemia drepanocítica: enfermedad que se transmite de padres a hijos. Los glóbulos rojos, que normalmente tienen la forma de un disco, presentan una forma semilunar.
         
      • Talasemia: Es un trastorno sanguíneo que se transmite de padres a hijos (hereditario) en el cual el cuerpo produce una forma anormal de hemoglobina, la proteína en los glóbulos rojos que transporta el oxígeno. Este trastorno ocasiona la destrucción de grandes cantidades de los glóbulos rojos, lo cual lleva a que se presente anemia.

      Diagnóstico

      Los médicos diagnostican la anemia en función a los antecedentes médicos y familiares del paciente, el examen médico y los resultados de pruebas y procedimientos.
      • Antecedentes médicos y familiares: el medico preguntará al paciente si tiene algún signo o síntoma de la anemia. Además, consultará si ha tenido alguna enfermedad o problema de salud que pueda causar dicha afección. El paciente deberá informar de las medicinas que toma, el tipo de alimentación que sigue y si alguno de sus familiares tiene anemia o antecedentes de dicha enfermedad.
         
      • Se procederá a realizar una exploración médica para determinar la gravedad de la anemia e investigar sus causas. Dicho examen puede consistir en: auscultar el corazón, para ver si los latidos son rápidos o irregulares, y los pulmones, así como palpar el abdomen para ver el tamaño del hígado o del bazo. Además el médico podrá realizar otro tipo de exámenes para determinar posibles pérdidas de sangre.
         
      • Hemograma completo, en el que se examinan diferentes componentes de la sangre; si se diagnostica anemia mediante el hemograma se necesitarán otras pruebas como electroforesis de hemoglobinarecuento de reticulocitos o pruebas para determinar las concentraciones de hierro en la sangre y en los depósitos del cuerpo.

      Tratamientos

      El tratamiento de la anemia depende del tipo, la causa y la gravedad de la enfermedad. Los tratamientos pueden consistir en cambios en la alimentación, la administración de suplementos nutricionales, medicinas o intervenciones quirúrgicas para hacer frente a la pérdida de sangre.
      • Cambios en la alimentación o suplementos adicionales: aumentar el consumo de hierro (a través de alimentos como las espinacas u hortalizas similares, lentejas, garbanzos, frutos secas o cereales y pan), de vitamina B12 (presente en los huevos, carnes y pescados), de ácido fólico (gracias al pan, la pasta, las judías o los plátanos) o de vitamina C (que se encuentra en los kiwis, las fresas o el melón).
         
      • Fármacos como antimicrobianos para tratar infecciones, hormonas para disminuir el sangrado menstrual o medicinas para evitar que el sistema inmunitario del organismo destruya sus propios glóbulos rojos.
         
      • En los casos más graves se realizarán intervenciones como la transfusión de sangre, el trasplante de células madre de la sangre y de la medula ósea para aumentar el número de glóbulos rojos, blancos y plaquetas o, en casos extremos, la cirugía por hemorragias graves o potencialmente mortales.

      Otros datos

      Posibles complicaciones

      En casos de anemias graves, los pacientes tendrán problemas para que su organismo transporte la cantidad de oxígeno necesaria para que todos los procesos se realicen de forma habitual y, por tanto, el paciente puede llegar a sufrir un infarto.
      En el caso de las mujeres embarazadas, si la anemia ha estado presente durante la gestación, en algunos casos los niños pueden nacer con peso bajo y más pequeños.
      Por último, si se producen hemorragias muy fuertes que no están controladas, el paciente puede llegar a morir.

                                          EL CÁNCER 

El cáncer se refiere a cualquiera de una gran cantidad de enfermedades caracterizadas por el desarrollo de células anormales que se dividen de manera incontrolable y tienen la capacidad de infiltrarse y destruir el tejido corporal normal. El cáncer a menudo tiene la capacidad de extenderse a todo el cuerpo.
El cáncer es la segunda causa de muerte en el mundo. Sin embargo, las tasas de supervivencia están mejorando para muchos tipos de cáncer, gracias a las mejoras en la detección y el tratamiento del cáncer.

Síntomas

Los signos y síntomas causados por el cáncer varían según la parte del cuerpo afectada.
Algunos signos y síntomas generales asociados con el cáncer, pero no específicos de esta enfermedad, son:
  • Fatiga
  • Bulto o zona de engrosamiento que puede palparse debajo de la piel
  • Cambios de peso, como aumentos o pérdidas de peso no intencionales
  • Cambios en la piel, como pigmentación amarillenta, oscurecimiento o enrojecimiento de la piel, llagas que no se curan o cambios en lunares existentes
  • Cambios en los hábitos de evacuación de la vejiga o los intestinos
  • Tos persistente o dificultad para respirar
  • Dificultad para tragar
  • Ronquera
  • Indigestión persistente o malestar después de comer
  • Dolor muscular o articular persistente, sin causa aparente
  • Fiebre o sudoraciones nocturnas persistentes, sin causa aparente
  • Sangrado o hematomas sin causa aparente

Cuándo consultar al médico

Solicita una consulta con el médico si tienes síntomas o signos persistentes que te preocupen.
Si no tienes signos o síntomas pero te preocupa el riesgo de cáncer, habla con el médico. Pregunta qué procedimientos y exámenes para la detección de cáncer son adecuados para ti.

Causas

El cáncer es ocasionado por cambios (mutaciones) en el ADN dentro de las células. El ADN dentro de una célula viene en un gran número de genes individuales, cada uno contiene un grupo de instrucciones que indica a la célula qué funciones realizar, y cómo crecer y dividirse. Los errores en las instrucciones pueden hacer que la célula detenga su función normal y se convierta en una célula cancerosa.

¿Qué hacen las mutaciones genéticas?

Una mutación genética puede indicarle a una célula sana que:
  • Permita un crecimiento acelerado. Una mutación genética puede indicarle a una célula que crezca y se divida con mayor rapidez. Esta crea muchas células nuevas que tienen la misma mutación.
  • No detenga el crecimiento descontrolado de células. Las células normales saben cuándo detener el crecimiento para que tengas la cantidad adecuada de cada tipo de célula. Las células cancerosas pierden los controles (genes supresores de tumores) que les indican cuándo detener el crecimiento. Una mutación en un gen supresor de tumor permite que las células cancerosas continúen creciendo y acumulándose.
  • Comete errores al reparar errores en el ADN. Los genes de reparación del ADN buscan errores en el ADN de las células y hacen correcciones. Una mutación en un gen de reparación del ADN puede significar que no se corrigen otros errores, lo que provoca que las células se conviertan en cancerosas.
Estas mutaciones son las más frecuentes que se encuentran en el cáncer. Pero muchas otras mutaciones genéticas pueden contribuir a causar cáncer.

¿Qué causa las mutaciones genéticas?

Las mutaciones genéticas pueden ocurrir por diversas razones, por ejemplo:
  • Mutaciones genéticas de nacimiento. Es posible que nazcas con una mutación genética que heredas de tus padres. Este tipo de mutación representa un pequeño porcentaje de casos de cáncer.
  • Mutaciones de genes que ocurren después del nacimiento. La mayoría de las mutaciones genéticas ocurren después del nacimiento y no son hereditarias. Diversos factores pueden ocasionar las mutaciones genéticas, entre ellos, tabaquismo, radiación, virus, químicos que producen cáncer (agentes cancerígenos), obesidad, hormonas, inflamación crónica y falta de ejercicio.
Las mutaciones genéticas ocurren con frecuencia durante el crecimiento normal de células. Sin embargo, las células contienen un mecanismo que reconoce cuando ocurre un error y lo repara. Ocasionalmente, se pasa por alto un error. Esto podría ocasionar que una célula se convierta en cancerosa.

¿Cómo interactúan entre sí las mutaciones genéticas?

Las mutaciones genéticas de nacimiento y las que adquieres a lo largo de la vida trabajan juntas para provocar cáncer.
Por ejemplo, si heredas una mutación genética que te predispone al cáncer, eso no implica con certeza que padezcas cáncer. En cambio, es posible que necesites una o más mutaciones genéticas para desarrollar cáncer. Es posible que la mutación genética hereditaria te haga más propenso que otras personas a padecer cáncer cuando te expongas a determinadas sustancias que provocan cáncer.
No queda claro cuántas mutaciones deben acumularse para que se forme cáncer. Es probable que esto varíe entre los tipos de cáncer.

Factores de riesgo

Aunque los médicos tienen una idea de lo que puede aumentar tu riesgo de cáncer, la mayoría de los casos de cáncer ocurren en personas que no tienen factores de riesgo conocidos. Los factores conocidos que aumentan el riesgo de cáncer comprenden los siguientes:

La edad

El cáncer puede tardar décadas en manifestarse. Es por eso que la mayoría de las personas con diagnóstico de cáncer tienen 65 años o más. Aunque es frecuente en los adultos mayores, el cáncer no es una enfermedad exclusivamente de adultos, y puede diagnosticarse a cualquier edad.

Los hábitos

Se sabe que algunos estilos de vida aumentan el riesgo de cáncer. Fumar, beber más de una copa de bebida alcohólica por día (para mujeres de todas las edades y para los hombres mayores de 65) o dos copas por día (para los hombres menores de 65 años), la exposición excesiva al sol o las quemaduras de sol frecuentes con ampollas, estar obeso y tener sexo sin protección pueden contribuir a causar cáncer.
Puedes cambiar estos hábitos para disminuir el riesgo de padecer cáncer, aunque algunos hábitos son más fáciles de cambiar que otros.

Los antecedentes familiares

Solo una pequeña parte de los casos de cáncer se deben a un trastorno hereditario. Si el cáncer es frecuente en tu familia, es posible que haya mutaciones que pasen de una generación a la siguiente. Puedes ser un candidato para análisis genéticos a fin de determinar si tienes mutaciones hereditarias que pueden aumentar el riesgo de padecer determinados tipos de cáncer. Ten presente que una mutación genética hereditaria no necesariamente significa que tendrás cáncer.

Los trastornos de salud

Algunos trastornos crónicos, como la colitis ulcerosa, pueden aumentar notablemente el riesgo de padecer algunos tipos de cáncer. Habla con el médico sobre tus riesgos.

El entorno

Tu entorno puede contener sustancias químicas perjudiciales que pueden aumentar el riesgo de cáncer. Aunque no fumes, puedes inhalar humo ambiental si estás en un lugar donde la gente fuma o si vives con un fumador. Las sustancias químicas del hogar o el lugar de trabajo, como asbesto y bencina, también se asocian con mayor riesgo de cáncer.

Complicaciones

El cáncer y su tratamiento pueden causar varias complicaciones, entre ellas:
  • Dolor. El dolor puede ser causado por el cáncer o por el tratamiento oncológico, aunque no todos los tipos de cáncer son dolorosos. Los medicamentos y otros enfoques pueden tratar con efectividad el dolor relacionado con el cáncer.
  • Fatiga. En las personas con cáncer, la fatiga tiene muchas causas, pero a menudo puede controlarse. La fatiga relacionada con los tratamientos de quimioterapia o radioterapia es frecuente, pero por lo general es temporaria.
  • Dificultad para respirar. El cáncer o el tratamiento oncológico pueden causar una sensación de falta de aire. Es posible aliviar esta sensación con tratamientos.
  • Náuseas. Ciertos tipos de cáncer y tratamientos oncológicos pueden causar náuseas. A veces, el médico puede predecir si es probable que el tratamiento cause náuseas. Los medicamentos y otros tratamientos pueden ayudar a prevenir o disminuir las náuseas.
  • Diarrea o estreñimiento. El cáncer y el tratamiento oncológico pueden afectar los intestinos y causar diarrea o estreñimiento.
  • Adelgazamiento. El cáncer y el tratamiento oncológico pueden provocar adelgazamiento. El cáncer les quita alimento a las células normales y las priva de nutrientes. Por lo general, esto no se ve afectado por la cantidad de calorías o el tipo de comida que se ingiere y es difícil de tratar. En la mayoría de los casos, la nutrición artificial mediante tubos en el estómago o una vena no ayuda a mejorar el adelgazamiento.
  • Cambios químicos en el cuerpo. El cáncer puede desestabilizar el equilibrio químico normal del cuerpo y aumentar el riesgo de complicaciones graves. Los signos y síntomas de los desequilibrios químicos pueden comprender sed excesiva, orinar con frecuencia, estreñimiento y desorientación.
  • Problemas cerebrales y del sistema nervioso. El cáncer puede hacer presión sobre nervios cercanos y causar dolor y pérdida de las funciones de una parte del cuerpo. El cáncer que afecta el cerebro puede causar dolores de cabeza y signos y síntomas similares a los de un accidente cerebrovascular, como debilidad de un lado del cuerpo.
  • Reacciones inusuales del sistema inmunitario al cáncer. En algunos casos, el sistema inmunitario del cuerpo puede reaccionar a la presencia de cáncer atacando células sanas. Estas reacciones muy poco frecuentes, llamadas «síndrome paraneoplásico», pueden dar lugar a una variedad de signos y síntomas, como dificultad para caminar y convulsiones.
  • Cáncer que se propaga. A medida que el cáncer progresa, se puede propagar (hacer metástasis) a otras partes del cuerpo. La propagación del cáncer depende del tipo de cáncer.
  • Cáncer que regresa. Quienes sobreviven al cáncer tienen un riesgo de recurrencia. Algunos tipos de cáncer son más propensos a recurrir que otros. Habla con el médico sobre lo que puedes hacer para reducir el riesgo de recurrencia del cáncer. Es posible que tu médico diseñe un plan de atención de seguimiento para ti después de tu tratamiento. Este plan puede consistir en exploraciones y exámenes periódicos durante los meses y años posteriores a tu tratamiento a fin de detectar la recurrencia del cáncer.

Prevención

No existe una manera cierta para prevenir el cáncer. Sin embargo, los médicos identificaron diversos modos para reducir el riesgo de cáncer, como los siguientes:
  • Deja de fumar. Si fumas, deja de hacerlo. Si no fumas, no empieces a hacerlo ahora. Fumar está relacionado con distintos tipos de cáncer, no únicamente con el cáncer de pulmón. Suspenderlo ahora reducirá el riesgo de padecer cáncer en el futuro.
  • Evita la exposición excesiva al sol. Los rayos ultravioleta (UV) perjudiciales del sol pueden aumentar el riesgo de padecer cáncer de piel. Limita tu exposición al sol quedándote en la sombra, usando ropa de protección y colocándote protector solar.
  • Sigue una dieta saludable. Elige una dieta rica en frutas y vegetales. Selecciona cereales integrales y proteínas magras.
  • Haz ejercicio la mayoría de los días de la semana. El ejercicio regular está relacionado con un bajo riesgo de cáncer. Intenta hacer por lo menos 30 minutos de ejercicio la mayoría de los días de la semana. Si no has estado realizando ejercicios con frecuencia, comienza despacio y trabaja de a poco hasta llegar a los 30 minutos o más.
  • Mantén un peso saludable. Tener sobrepeso u obesidad incrementa el riesgo de padecer cáncer. Trabaja para lograr un peso saludable y para mantenerlo a través de una combinación de dieta saludable y de ejercicio regular.
  • En caso de que elijas beber alcohol, hazlo con moderación. Si decides beber alcohol, limítate a un vaso por día si eres una mujer de cualquier edad o un hombre mayor de 65 años o a dos vasos por día si eres un hombre menor de 65 años.
  • Programa análisis para la detección de cáncer. Habla con el médico acerca de qué tipos de análisis para la detección de cáncer son los más adecuados para ti en función de tus factores de riesgo.
  • Consulta con el médico sobre las vacunas. Algunos virus aumentan el riesgo de padecer cáncer. Las vacunas pueden ayudar a prevenir esos virus, incluso la hepatitis B, que aumenta el riesgo de cáncer de hígado, y el virus del papiloma humano (VPH), que aumenta el riesgo de cáncer de útero y de otros tipos de cáncer. Consulta con el médico si las vacunas contra estos virus son adecuadas para ti.

Temas que debes estudiar para ser un buen psicólogo

A continuación puedes encontrar las temáticas más importantes que se estudian en la carrera de psicología.

1. Bases biológicas del comportamiento

Las bases biológicas del comportamiento son un área de estudio imprescindible en la carrera de psicología, pues permite saber cómo se producen los procesos mentales, cuál es la unidad principal que propaga el impulso nervioso o la comunicación cerebral o cuál es la conexión existente entre las partes del cerebro y nuestro cuerpo.
A lo largo de la carrera de psicología es posible encontrar asignaturas como psicobiología o psicofisiología, porque, para ser un buen psicólogo, es necesario saber cómo ocurren los procesos mentales, ya sea de memoria, aprendizaje o las sensaciones, y saber, entre otras cosas, cómo actúan las neuronas.

2. Estadística y psicometría

A pesar de que a muchos estudiantes de psicología no les gusten los números, el uso de la estadística es una parte importante de la ciencia. Y la psicología, y como ciencia que es, hace uso de ésta para lograr sus objetivos de predecir e intervenir en la conducta humana. Además, cualquier psicólogo debe dominar la psicometría, una disciplina que se encarga del conjunto de métodos, técnicas y teorías implicadas en medir y cuantificar las variables psicológicas. Los test son una herramienta necesaria para cualquier psicólogo.

3. Historia de la psicología

Para ser un buen psicólogo, lo primero que hay que tener es una buena base teórica. Para ello, es necesario conocer la historia de esta disciplina y tener bien claro qué es la psicología, cuál es su campo de estudio, cuáles son los principales problemas que aborda y cuáles son las principales escuelas que a lo largo de los años han permitido que la psicología se consolide como una ciencia. 
PlatónDescartesFreudSkinnerWatson o Bandura son algunas de las figuras que todo buen psicólogo debe conocer para conocer los contextos históricos en los que ha ido evolucionando esta disciplina.

4. Psicología social

La psicología social es una rama de la psicología que analiza los procesos psicológicos que influencian al modo en que funciona una sociedad, la forma en que se llevan a cabo las interacciones sociales y como los procesos sociales modulan la personalidad y las características de cada persona.
El la asignatura de psicología social se estudian temáticas como el liderazgo o los prejuicios, y se repasan investigaciones importantes de este campo, como el experimento de la prisión de Stanford, de Philip Zimbardo o el experimento de Milgram: el peligro de la obediencia a la autoridad.

5. Psicología clínica

Desde los inicios de la psicología, la psicología clínica ha sido uno de los ámbitos más importantes de esta disciplina. En la psicología clínica se estudian todos los elementos implicados en los trastornos mentales y, en general, en la salud mental. Por tanto, la psicología clínica lleva a cabo todas las tareas de evaluación, diagnóstico, prevención e intervención terapéutica en personas con algún tipo de afectación mental o conducta desadaptativa, con el fin de restaurar el equilibrio psicológico y mejorar su bienestar.

6. Psicología del desarrollo

Esta rama de la psicología se encarga de estudiar los cambios conductuales y psicológicos de las personas a través de su ciclo vital, es decir, desde su nacimiento hasta su muerte. 
Cuando se analizan estos cambios, se contemplan distintos campos de estudio: físico, desde el que se analiza la estabilidad, el cambio biológico y los determinantes del crecimiento físico; cognitivo, desde el que se analizan las capacidades intelectuales y su relación con el desarrollo de la persona; y social y de la personalidad, que se centra en las diferencias individuales y las relaciones sociales en las distintas etapas de la vida (la infancia, la adolescencia, adultez y vejez).

7. Psicología de la personalidad

Uno de los grandes ámbitos de la psicología y que despierta mayor interés es el estudio de la personalidad. Desde las distintas corrientes de la psicología se ha intentado explicar la personalidad teniendo en cuenta tanto los aspectos genéticos como ambientales. En su estudio, se profundiza en las distintas aportaciones que muchos autores han llevado a cabo en este campo. 

8. Ética en la psicología

Además de adquirir conocimientos teóricos y prácticos para el correcto desarrollo de su profesión, el psicólogo, a lo largo de la carrera, debe conocer los principios éticos que gobiernan el ejercicio de su profesión, así como ser consciente de sus recursos y limitaciones. 
Debe respetar la dignidad de sus pacientes y preservar y velar por la preservación de los derechos humanos fundamentales. Por tanto, algunas de sus obligaciones son utilizar sus conocimientos para promover el bienestar humano o mantener secreto profesional.

9. Evaluación psicológica

Independientemente de si alguien quiere ejercer como psicólogo clínico, organizacional o deportivo, la evaluación psicológica es un requisito necesario para el ejercicio profesional de cualquier psicólogo. Por tanto, un buen psicólogo debe poder dominar este aspecto, ya sea para conocer el rendimiento organizacional de una organización, el tipo de personalidad del paciente o hacer una valoración de la inteligencia de un estudiante.

10. Neuropsicología

La neuropsicología se encuentra dentro de las neurociencias y es la disciplina encargada de estudiar las relaciones entre el cerebro y la conducta, no sólo en individuos con alguna disfunción, sino también en personas con un comportamiento normal. Este ámbito de estudio utiliza técnicas experimentales y exámenes que ofrecen imágenes del área cerebral (por ejemplo, TAC, RMN, PET, IRMf ). ¿Qué funciones tienen los neurotransmisores? o ¿qué produce las afasias? son algunas cuestiones a las que responde la neuropsicología.

11. Psicología diferencial

Mientras que la psicología general estudia el comportamiento común a todos los sujetos humanos, la psicología diferencial estudia este comportamiento de forma individualizada
Por tanto, esta rama de la psicología se encarga de la descripción, predicción y explicación de la variabilidad intraindividual, interindividual o intergrupal del comportamiento y los procesos psicológicos (por ejemplo, la inteligencia). Incluye la Psicología de la personalidad, pero también da cuenta de muchos otros elementos, como el CI o las características biológicas relacionadas con el sistema inmune, los genes relacionados con todo tipo de características físicas, etc.

12. Psicología de los grupos

A pesar de que la psicología de los grupos formaba parte de la asignatura de psicología social en sus inicios, muchas universidades, conscientes de su importancia, imparten asignaturas obligatorias de psicología de los grupos. No solo eso, sino que, en la actualidad, muchos estudios de postgrado se enfocan en esta temática, pues este campo de estudio está cobrando cada vez más protagonismo. Muchas de las conductas humanas no pueden entenderse sin el componente grupal.
El estudio de los grupos se centra en la comprensión y explicación de los procesos grupales, las relaciones entre sus miembros y entre los distintos grupos, la formación grupal, los roles, las normas, la cohesión grupal, la comunicación, etc.

13. Psicología lingüística

La clase de comunicación humana más importante es la lingüística. Con el lenguaje humano es posible producir un número ilimitado de mensajes y permite establecer un verdadero diálogo. La psicolingüística es una disciplina en la que el objeto de estudio es la relación que se establece entre el saber lingüístico y los procesos mentales implicados en él.

14. Psicología del aprendizaje

El comportamiento humano no puede entenderse sin el aprendizaje. A través de éste se adquieren hábitos, destrezas, valores o conocimientos, y está íntimamente relacionado con el desarrollo de los individuos. Algunas de las teoría más importantes del aprendizaje son: la Teoría del Aprendizaje de Jean Piaget o la Teoría Sociocultural de Lev Vygotsky,

15. Metodología experimental

El estudio de la metodología experimental también forma parte del currículo académico de un psicólogo, pues éste debe conocer los distintos diseños de investigación y los procedimientos de formulación y contraste de hipótesis, pero, además, debe saber utilizar las fuentes documentales de información en esta disciplina, con capacidad de análisis crítico y de síntesis. Esto le ayudará a analizar e interpretar los datos cuantitativos y cualitativos procedentes de las investigaciones, informes y trabajos en psicología.

16. Especialidad: Psicología del deporte, Psicología Organizacional, Psicología Jurídica….

Los puntos anteriores han hecho referencia a las distintas asignaturas o áreas de conocimiento obligatorias y troncales en la carrera de psicología, Pero en psicología existen distintas especialidades y cada una de ellas requiere conocimientos específicos para poder ejercer la profesión de la mejor manera posible. Por tanto, una vez acabada la carrera, existen distintos másters para poder seguir creciendo a nivel académico y profesional y obtener la maestría en un campo determinado de la ciencia de la conducta.

17. Filosofía de la ciencia

Es imprescindible para enfocar cualquier carrera universitaria basada en la investigación. Conocer las bases epistemológicas de las teorías ayuda a saber si ciertas hipótesis están bien justificadas o por el contrario no son útiles para comprender la realidad.

18. Etología

La etología es imprescindible para comprender el comportamiento de los animales. Estudia procesos básicos de aprendizaje en organismos no humanos, así como los instintos y la manera en la que las hormonas afectan a estos seres vivos.

19. Psicología forense

Muy útil para entender el modo en la que las evaluaciones periciales basadas en la psicología funcionan en el mundo jurídico.

20. Introducción a la antropología

La antropología es un ámbito de estudio parecida a la psicología social, aunque se centra más en los fenómenos culturales. Es por eso que conocerla es útil para aplicar ciertos principios psicológicos a sociedades concretas.

21. Utilización de programario específico

Es imprescindible aprender a utilizar programas muy recurridos, como R o SPSS, para utilizarlos en varias asignaturas. También es bueno utilizar otros enfocados a la investigación cualitativa, como ATLAS.ti.
                                         Resultado de imagen para bases psicologicas del comportamiento humano DIBUJOS
















lunes, 29 de julio de 2019


PSICOLOGÍA

MASAJES PARA CONTROLAR DIFERENTES EMOCIONES 


Para aprender a controlar nuestras emociones debemos saber que con la ayuda de nuestros dedos podemos ayudarnos a:

  1. PARA CONTROLAR LA PREOCUPACIÓN: Masajear el dedo pulgar 
  2. PARA CONTROLAR EL MIEDO: Masajear el dedo indice
  3. PARA CONTROLAR EL ENOJO O LA IRA: Masajear el dedo Cardial
  4. PARA CONTROLAR LA TRISTEZA: Masajear el dedo Anular
  5. PARA CONTROLAR LA FRUSTRACIÓN: Masajear el dedo meñique 

PERO ¿QUE SON LAS EMOCIONES?

Las emociones son reacciones que todos experimentamos: alegría, tristeza, miedo, ira… Son conocidas por todos nosotros pero no por ello dejan de tener complejidad. Aunque todos hemos sentido la ansiedad o el nerviosismo, no todos somos conscientes de que un mal manejo de estas emociones puede acarrear un bloqueo o incluso la enfermedad.

Estas son algunas de las situaciones y reacciones fácilmente identificables que se producen habitualmente en los seres humanos:
  • Temor a perder la vida o amenaza de un resultado negativo. Reaccionamos luchando, huyendo, manteniendo la situación de alerta o paralizándonos.
  • Confrontación de intereses son nuestros semejantes. Reaccionamos con ira o enojo.
  • Pérdida de un ser querido. Reaccionamos con tristeza y empatizamos con las personas que nos apoyan.
  • Celebración de un éxito o enamoramiento. Reaccionamos con exaltación.
  • Esfuerzo ante un desafío. Reaccionamos con satisfacción y alegría.
  • Ante personas que necesitan nuestra ayuda. Reaccionamos de manera rápida y altruista aún a riesgo de nuestra seguridad.
En todos los casos estas reacciones nos ayudan a afrontar mejor esas situaciones.
Para explicar más profundamente los cambios que experimentamos, vamos a centrarnos en el miedo que por ejemplo sentimos ante una situación de peligro en la que puede estar en juego nuestra propia vida.
nivel cognitivo, es decir, en lo que concierte a nuestra capacidad de comprensión, juicio, memorización y razonamiento, el miedo puede hacernos perder la capacidad de controlar nuestra conducta haciendo que reaccionemos de manera similar a otras especies menos evolucionadas como los reptiles. Es decir, reaccionaremos tratando de decidir si tenemos más posibilidades de sobrevivir luchando, huyendo o quedándonos paralizados. Esta manera de reaccionar, este “programa”, reside en la amígdala, en la parte más profunda de nuestro cerebro. En este órgano “emocional” no tenemos conciencia ni capacidad de decisión y además en él quedan registrados los sucesos que hemos vivido y las sensaciones que hemos percibido lo que hace que no nos olvidemos de lo que nos ha pasado y tratemos de evitarlo en un futuro.
En lo que se refiere al nivel fisiológico y dependiendo de la conducta que vayamos a desarrollar ante la situación, se activarán una serie de respuestas procedentes de diferentes sistemas: tensión muscular, presión arterial, ritmo respiratorio, temperatura periférica, sequedad en la boca etc. que nos prepararán de diferente manera según la respuesta.

nivel subjetivo, es decir, dependiendo totalmente del individuo, experimentaremos una serie de sensaciones físicas, intensas, desagradables y descontroladas que junto con los cambios cognitivos y algunos pensamientos sobre el peligro y sus consecuencias harán que tengamos una experiencia de terror única e imborrable.
Ya hemos analizado cada una de las tres respuestas que se producen. La suma de todas ellas es lo que provocará nuestro comportamiento, ya sea lucha, huida o paralización, en las mejores condiciones para salvar la vida e intentar no volver a vernos en una situación similar de peligro.
Por otra parte, hay reacciones emocionales que se producen ante situaciones que no hemos vivido todavía, es decir, cuando las anticipamos o las imaginamos. Un claro ejemplo es lo que sentimos cuando vemos alguna escena en alguna película, leemos algún texto o recordamos o pensamos en algún suceso.
El tono hedónico, es decir, el placer que experimentamos o la sensación agradable o desagradable son “la sal de la vida”. Es algo esencial para la memoria, para la toma de decisiones, para nuestros juicios y razonamientos, para nuestra conducta, nuestras relaciones sociales y nuestro bienestar ya que:
  • Las experiencias emocionales son las más valoradas. Como curiosidad, existen más de 15.000 palabras en inglés para definir estados emocionales.
  • Los recuerdos que conservamos son mayoritariamente emocionales.
  • Necesitamos tensión emocional para decidir.
  • Decidimos muchas veces de manera emocional.
  • Las emociones nos preparan, nos motivan y nos guían.
Hay otra serie de términos y conceptos muy relacionados con este tema como por ejemplo, los sentimientos. Éstos son más duraderos que las emociones, que son temporales y están más vinculados a la reflexión. No suelen estar relacionados con sensaciones físicas intensas, son más suaves y no ponen en marcha comportamientos de manera inmediata. Para comprenderlo mejor, podemos hablar de la reacción emocional de miedo ante una serpiente que hemos visto en el campo mientras que hablaríamos de sentimiento de miedo hacia las serpientes, algo más general y no vinculado a una situación determinada.
Otro concepto es el estado de ánimo. Un sinónimo podría ser la “vivencia emocional” y como los sentimientos, suele ser más intenso y más prolongado que la emoción. Suele usarse mucho la expresión, al hablar de una persona que tras una pérdida importante se encuentra deprimido y tiene episodios frecuentes de tristeza. El estado de ánimo contrario sería el alegre.
El término afectividad englobaría todos los anteriores, incluidas las emociones, y es el término más genérico de todos.
Finalmente, hay que distinguir entre un estado emocional y una característica inherente a un individuo. No es lo mismo estar nervioso o ansioso por el examen que vamos a tener hoy que ser nervioso. El primer caso es una situación temporal que finaliza cuando lo hace el examen y sin embargo en el segundo, hablamos de un rasgo de la personalidad que acompaña al individuo en diferentes situaciones y a lo largo de su vida.

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  SALUD Y NUTRICIÓN 


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La epilepsia es un trastorno del sistema nervioso central (neurológico) en el que la actividad cerebral se vuelve anormal, lo que provoca convulsiones o períodos de comportamientos o sensaciones inusuales y, a veces, pérdida de conciencia.
Cualquier persona puede desarrollar epilepsia. La epilepsia afecta tanto a hombres como a mujeres de todas las razas, orígenes étnicos y edades.
Los síntomas de las convulsiones pueden variar ampliamente. Algunas personas con epilepsia simplemente miran de manera fija por unos segundos durante una convulsión, mientras que otras mueven repetidamente los brazos o las piernas. Tener una sola convulsión no significa que padezcas epilepsia. Por lo general, se requieren al menos dos convulsiones no provocadas para determinar un diagnóstico de epilepsia.
El tratamiento con medicamentos o, en ocasiones, la cirugía pueden controlar las convulsiones en la mayoría de las personas que tienen epilepsia. Algunas personas requieren tratamiento de por vida para controlar las convulsiones, sin embargo, en otros casos, las convulsiones eventualmente desaparecen. Algunos niños con epilepsia pueden superar la enfermedad con la edad.

Síntomas

Debido a que la epilepsia se produce a causa de la actividad anormal del cerebro, las convulsiones pueden afectar cualquier proceso que este coordine. Algunos de los signos y síntomas de convulsiones son:
  • Confusión temporal
  • Episodios de ausencias
  • Movimientos espasmódicos incontrolables de brazos y piernas
  • Pérdida del conocimiento o conciencia
  • Síntomas psíquicos, como miedo, ansiedad o déjà vu
Los síntomas varían según el tipo de convulsión. En la mayoría de los casos, una persona con epilepsia tenderá a tener el mismo tipo de convulsión en cada episodio, de modo que los síntomas serán similares entre un episodio y otro.
Generalmente, los médicos clasifican a las convulsiones como focales o generalizadas, en función de cómo comienza la actividad cerebral anormal.




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Convulsiones focales

Cuando las convulsiones aparentemente se producen por actividad normal en una sola parte del cerebro se conocen como convulsiones focales (parciales). Estas convulsiones se dividen en dos categorías:
  • Convulsiones focales sin pérdida del conocimiento.Estas convulsiones, antes llamadas convulsiones parciales simples, no causan pérdida del conocimiento. Pueden alterar las emociones o cambiar la manera de ver, oler, sentir, saborear o escuchar. También pueden provocar movimientos espasmódicos involuntarios de una parte del cuerpo, como un brazo o una pierna, y síntomas sensoriales espontáneos como hormigueo, mareos y luces parpadeantes.
  • Convulsiones focales con alteración de la conciencia. Estas convulsiones, antes llamadas convulsiones parciales complejas, incluyen pérdida o cambio del conocimiento o la consciencia Durante una convulsión parcial compleja quizás mires fijamente en el espacio y no respondas a tu entorno, o tal vez o realices movimientos repetitivos, como frotarte las manos, mascar, tragar o caminar en círculos.
Los síntomas de las convulsiones focales pueden confundirse con otros trastornos neurológicos, como migraña, narcolepsia o enfermedades mentales. Se necesita hacer un examen minucioso y estudios para distinguir la epilepsia de otros trastornos.



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Convulsiones generalizadas

Las convulsiones que aparentemente se producen en todas las áreas del cerebro se denominan convulsiones generalizadas. Existen seis tipos de convulsiones generalizadas.
  • Las crisis de ausencia, previamente conocidas como convulsiones petit mal, a menudo ocurren en niños y se caracterizan por episodios de mirada fija en el espacio o movimientos corporales sutiles como parpadeo o chasquido de los labios. Pueden ocurrir en grupo y causar una pérdida breve de conocimiento.
  • Crisis tónicas. Las crisis tónicas causan rigidez muscular. Generalmente, afectan los músculos de la espalda, brazos y piernas, y pueden provocar caídas.
  • Crisis atónicas.Las crisis atónicas, también conocidas como convulsiones de caída, causan la pérdida del control muscular, que puede provocar un colapso repentino o caídas.
  • Crisis clónicas. Las crisis clónicas se asocian con movimientos musculares espasmódicos repetitivos o rítmicos. Estas convulsiones generalmente afectan el cuello, la cara y los brazos.
  • Crisis mioclónicas. Las crisis mioclónicas generalmente aparecen como movimientos espasmódicos breves repentinos o sacudidas de brazos y piernas.
  • Crisis tonicoclónicas. Las crisis tonicoclónicas, previamente conocidas como convulsiones de gran mal, son el tipo de crisis epiléptica más intenso y pueden causar pérdida abrupta del conocimiento, rigidez y sacudidas del cuerpo y, en ocasiones, pérdida del control de la vejiga o mordedura de la lengua.


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Cuándo consultar con el médico

Busca ayuda médica inmediata en cualquiera de los siguientes casos:
  • La convulsión dura más de cinco minutos.
  • La respiración o el conocimiento no retornan una vez que termina la convulsión.
  • Se produce una segunda convulsión de inmediato.
  • Tienes fiebre alta.
  • Sufres agotamiento por calor.
  • Estás embarazada.
  • Tienes diabetes.
  • Sufriste una lesión durante la convulsión.
Si es la primera vez que tienes una convulsión, busca asesoramiento médico.

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Causas

La epilepsia no tiene una causa identificable en aproximadamente la mitad de las personas que tienen esta enfermedad. En la otra mitad, la enfermedad puede atribuirse a varios factores, incluidos los siguientes:
  • Influencia genética. Algunos tipos de epilepsia, que se clasifican por el tipo de convulsión que experimentas o la parte del cerebro que se ve afectada, son hereditarios. En estos casos, es posible que haya una influencia genética.
    Los investigadores han relacionado algunos tipos de epilepsia con genes específicos, pero para la mayoría de las personas, los genes son solo una parte de la causa de la epilepsia. Ciertos genes pueden hacer que una persona sea más sensible a las condiciones ambientales que desencadenan convulsiones.
  • Traumatismo de cráneo. El traumatismo de cráneo como resultado de un accidente automovilístico u otra lesión traumática puede causar epilepsia.
  • Enfermedades cerebrales. Las enfermedades cerebrales que causan daño al cerebro, como tumores cerebrales o accidentes cerebrovasculares, pueden causar epilepsia. El accidente cerebrovascular es una de las principales causas de epilepsia en adultos mayores de 35 años.
  • Enfermedades infecciosas. Las enfermedades infecciosas, como la meningitis, el SIDA y la encefalitis viral, pueden causar epilepsia.
  • Lesión prenatal. Antes del nacimiento, los bebés son sensibles al daño cerebral que podría producirse por varios factores, como una infección en la madre, una mala nutrición o deficiencias de oxígeno. Este daño cerebral puede provocar epilepsia o parálisis cerebral.
  • Trastornos del desarrollo. A veces, la epilepsia puede relacionarse con trastornos del desarrollo, como el autismo y la neurofibromatosis.

Factores de riesgo

Existen ciertos factores que pueden aumentael riesgo de sufrir epilepsia, como los siguientes:
  • Edad. La aparición de la epilepsia es más frecuente en niños y adultos mayores, pero la enfermedad puede ocurrir en cualquier edad.
  • Antecedentes familiares. Si tienes antecedentes familiares de epilepsia, es posible que tengas un mayor riesgo de desarrollar un trastorno convulsivo.
  • Lesiones en la cabeza. Las lesiones en la cabeza son responsables de algunos casos de epilepsia. Puedes reducir el riesgo mediante el uso del cinturón de seguridad mientras andas en un vehículo y mediante el uso de un casco mientras andas en bicicleta, esquías, andas en una motocicleta o participas en otras actividades con alto riesgo de recibir lesiones en la cabeza.
  • Accidente cerebrovascular y otras enfermedades vasculares. El accidente cerebrovascular y otras enfermedades de los vasos sanguíneos (vasculares) pueden provocar daño cerebral que puede desencadenar epilepsia. Puede tomar una serie de medidas para reducir el riesgo de padecer estas enfermedades, entre las que se incluyen limitar el consumo de alcohol y evitar los cigarrillos, seguir una dieta saludable y hacer ejercicio regularmente.
  • Demencia. La demencia puede aumentar el riesgo de desarrollar epilepsia en adultos mayores.
  • Infecciones cerebrales. Las infecciones como la meningitis, que causa inflamación en el cerebro o la médula espinal, pueden aumentar el riesgo.
  • Convulsiones en la infancia. Las fiebres altas en la infancia a veces pueden relacionarse con las convulsiones. Los niños que tienen convulsiones debido a fiebres altas generalmente no desarrollarán epilepsia. El riesgo de desarrollar epilepsia aumenta si un niño tiene una convulsión prolongada, otra enfermedad del sistema nervioso o antecedentes familiares de epilepsia.

Complicaciones

Tener convulsiones en momentos determinados puede llevar a circunstancias peligrosas para ti o para otras personas.
  • Caídas. Si te caes durante una convulsión, puedes lastimarte la cabeza o romperte un hueso.
  • Ahogo.Si sufres epilepsia, tienes de 15 a 19 veces más probabilidades con respecto al resto de la población de ahogarte mientras estás nadando o dándote un baño, ya que puedes tener una convulsión mientras estás en el agua.
  • Accidentes automovilísticos. Una convulsión que causa la pérdida del conocimiento o del control puede ser peligrosa si estás conduciendo un automóvil u operando maquinaria.
    Muchos estados tienen restricciones para las licencias de conducir en relación con la capacidad del conductor para controlar sus convulsiones e imponen una cantidad mínima de tiempo que debe haber transcurrido desde que el conductor tuvo la última convulsión, que va de meses a años, antes de que se le permita conducir.
  • Complicaciones en el embarazo. Las convulsiones durante el embarazo pueden ser peligrosas tanto para la madre como para el bebé, y ciertos medicamentos antiepilépticos aumentan el riesgo de defectos al nacer. Si tienes epilepsia y estás pensando en quedar embarazada, habla con tu médico mientras planeas tu embarazo.
    La mayoría de las mujeres con epilepsia pueden quedar embarazadas y tener bebés sanos. Es necesario que estés bajo un estricto control durante el embarazo, y es posible que deba ajustarse la medicación. Es muy importante que colabores con tu médico para planificar tu embarazo.
  • Problemas de salud emocional. Las personas con epilepsia son más propensas a experimentar problemas psicológicos, especialmente depresión, ansiedad, y pensamientos y conductas suicidas. Los problemas pueden resultar de las dificultades para lidiar con la enfermedad y los efectos secundarios de los medicamentos.
Otras complicaciones posiblemente mortales de la epilepsia son poco frecuentes, pero suceden, como ser:
  • Estado epiléptico. Este trastorno ocurre si te encuentras en un estado de actividad convulsiva continua que dura más de cinco minutos o si tienes convulsiones recurrentes y frecuentes y no recuperas el conocimiento por completo entre ellas. Las personas con estado epiléptico tienen un mayor riesgo de sufrir daño cerebral permanente o la muerte.
  • Muerte súbita inesperada en la epilepsia. Las personas con epilepsia también tienen un pequeño riesgo de sufrir muerte súbita inesperada. Se desconoce la causa, pero algunas investigaciones indican que puede ocurrir debido a trastornos cardíacos o respiratorios.
    Las personas con crisis tonicoclónicas frecuentes o cuyas convulsiones no estén controladas con medicamentos pueden tener un mayor riesgo de muerte súbita sin causa aparente en epilepsia. En general, aproximadamente el 1 por ciento de la población con epilepsia sufre muerte súbita sin causa evidente en la epilepsia.

ALIMENTACIÓN PARA EPILÉPTICOS



Todos los alimentos deben ser pesados para garantizar el cumplimiento de la dieta cetogénica.


Alimentos recomendados:

  1. Lácteos (Queso, Leche, etc...)
  2. Carnes rojas 
  3. Oliva
  4. Aguacate
  5. Mantequilla
  6. Nueces 
  7. Semillas 
  8. Cereales integrales 
  9. Pescados 
  10. Frutas 
  11. Verduras 
  12. Huevos











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